haciendo lo que se puede y más, aunque resulte una frase obvia!

sábado, 20 de marzo de 2010

La panza que todos quieren tocar

Profundizando en el embaranzo en si, puedo afirmar que desmistifique varios mitos. Algunos de los cuales supongo que siguen funcionando hoy en día, para que algunas mujeres sientan un poquito de poder frente a sus señores maridos. Obviamente, no fue mi caso.
El primero y más común, es el del antojo, lamento decirlo, pero es mentira. Simplemente, por mi propia experiencia, puedo decir que sentía que mi cuerpo me pedía ciertas cosas, pero no a horas descabelladas!!
Por ejemplo, recuerdo estar en mis primeros meses, como sucede en general, con náuseas, que se hicieron más molestas, debido a que coincidió con la quema de pastizales que hubo en buenos aires.
Y no podía tomar otra cosa que no fuese, agua tónica, y puedo reconocer que no era un antojo, sino que era lo único que me daba bienestar y controlaba mis ganas de vomitar.
Hasta aquí, nada nuevo, cada mujer contará su experiencia, y de hecho existen millones de libros, inútiles en mi opinión que hablan sobre que es lo que tenes que sentir en cada día del embarazo.
Lo que provoca, que al mínimo cambio que a uno le sucede, y eso no esta escrito en el libro, se asuste y salga corriendo al obstetra.
Pero bueno, esto supongo que tiene que ver con quienes conocen más o menos a su propio cuerpo.
Y en esto es donde me gustaría profundizar. Justamente, mi cuerpo, entonces me pregunto, porque a medida que la panza se hacía más grande y uno también se ponía más irritable, los desconocidos, y no tanto, insiten en tocar la panza. La verdad, que me produce fatidio,cuando una se convierte en madre, pasa a ser considerada eso y deja de ser mujer. ¡Gravísimo error!
¿Yo me pregunto en que momento las mujeres dejamos que eso suceda?

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